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Descubre los 6 beneficios de hacer ejercicio
Todos hemos escuchado hablar sobre los beneficios del ejercicio y sabemos que nos hace bien. Te explicamos sus ventajas y cómo dar los primeros pasos para que recuperes tu bienestar y la alegría del movimiento. ¡Ponte las deportivas y en marcha!
El ejercicio físico tiene un efecto positivo sobre una extraordinaria cantidad de marcadores de salud, desde el funcionamiento cardíaco hasta el bienestar mental. Mantenernos activos contribuye a prevenir lesiones y mantiene a raya algunas enfermedades. El ejercicio también puede ser beneficioso para tratar el dolor.
Comprender la importancia de la actividad física podría brindarte una dosis de motivación adicional para empezar con tu rutina o seguir con ella si ya estabas practicando deporte. ¡Allá vamos!
Antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios, consulta a tu médico o a un entrenador profesional para que te indique qué tipos de ejercicios y movimientos son los más adecuados para ti. Así podrás diseñar un programa de ejercicios que te aporte los mayores beneficios y contribuya a reducir el riesgo de lesiones.
Beneficios del ejercicio
¿Por qué es importante la actividad física? Enumeremos sus beneficios.
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- Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades
El principal beneficio del ejercicio no es la pérdida de peso, aunque esa es otra de sus ventajas, sino que te mantiene saludable. Practicar ejercicio con regularidad reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, el asma y el dolor de espalda, además puede mejorar sus síntomas.1
Algunas enfermedades pueden convertirse en factores de riesgo del dolor en las articulaciones o en otras partes del cuerpo, por lo que este beneficio del ejercicio es particularmente importante con vistas a la reducción del dolor. ...
- Disminuye el riesgo de sufrir lesiones
El ejercicio físico fortalece los músculos de la zona central del cuerpo, que son los que te mantienen erguido. Una zona central fuerte mejora el equilibrio. Y un buen equilibrio puede prevenir caídas dolorosas, una causa común de lesiones.
Además de prevenir las caídas, una musculatura más fuerte protegerá tus articulaciones aumentando su estabilidad y brindándoles ayuda y sostén en los movimientos. Una mayor estabilidad no solo mejorará la salud de tus articulaciones, sino que en algunos casos puede disminuir el riesgo de sufrir lesiones, sobre todo las provocadas por caídas.
- Mantiene una buena salud mental
Los beneficios del ejercicio se extienden tanto a tu salud física como mental. Las investigaciones demuestran que la actividad física puede aumentar tu autoestima y nivel de energía, mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño, así como reducir el riesgo de sufrir estrés o depresión.2
Eso puede tener un impacto positivo en el manejo del dolor. A fin de cuentas, el dolor no solo nos afecta físicamente sino también en el plano mental y emocional. Prestar más atención al poder de la mente para mejorar tu estado de ánimo puede ayudarte a aliviar las secuelas emocionales del dolor.
- Contribuye a mantener un peso saludable
Hacer ejercicio puede parecer una misión imposible si tienes dolor en las articulaciones, pero la actividad física de intensidad moderada te ayudará a aliviar el dolor y mantener un peso saludable.
Mantener un peso corporal saludable te permitirá ejercer menos presión sobre las articulaciones mientras te mueves, caminas, subes escaleras o te inclinas a lo largo del día. Con el tiempo, eso puede contribuir a aliviar el dolor articular.4
- Mejora tu agilidad mental
El ejercicio libera proteínas y otras sustancias químicas en tu cuerpo que mejoran la estructura y función del cerebro. Dar una vuelta a la manzana puede ayudar a mejorar tu agilidad mental y preservar tu memoria.5
De hecho, si trabajas en una oficina o en un puesto que te exige estar sentado durante largos períodos de tiempo, intenta levantarte y caminar por la oficina de vez en cuando. Esa acción tan sencilla te mantendrá motivado y más comprometido con tu trabajo. ¿Otro beneficio? Moverte un poco a lo largo el día te ayudará a aliviar el dolor causado por una mala postura.
- Fortalece tus músculos y huesos
Las investigaciones han demostrado que el ejercicio físico puede mejorar, o al menos conservar, la densidad ósea.6
Cuanto más ejercicio hagas, más fortalecerás tus músculos, lo cual puede contribuir a aliviar el dolor en las articulaciones.7
Fortalecer la musculatura, sobre todo los músculos de la zona central del cuerpo, los hombros y la espalda, también puede ser de gran ayuda para corregir una mala postura, que es una de las causas principales del dolor corporal, en especial si pasas todo el día sentado frente al ordenador.
A veces es difícil mantenerse activo y sacar tiempo para practicar ejercicio físico, pero realmente vale la pena que hagas un esfuerzo extra para mantenerte en movimiento. Se recomienda que una persona de entre 18 a 65 años practique como mínimo media hora de ejercicio al día, al menos cinco días a la semana.
No obstante, si quieres notar los beneficios en tu salud, tendrás que duplicar el tiempo que dedicas a la actividad física. Cuanto más ejercicio hagas, mejor para ti.8
Cómo empezar a hacer ejercicio
Si llevas mucho tiempo inactivo, es comprensible que comenzar una rutina de ejercicios te parezca un reto colosal. Sin embargo, con algunos consejos e ideas sobre ejercicios sencillos y viables, cualquier persona, incluso tú, puede ponerse en marcha.
Algunos consejos sobre cómo empezar a hacer ejercicio:
- ¡Planifica!
Las mejores intenciones pueden caer en saco roto si no están respaldadas por un plan sólido. Un buen plan es aquel que incluye detalles como la hora, el lugar y la duración de tus ejercicios.
Decide cuándo vas a practicar actividad física y qué vas a hacer. Asegúrate de tener el equipamiento adecuado. ¿Te quedan bien las deportivas? ¿La ropa es lo suficientemente cómoda? Si no es así, hazte con lo que necesites. Tener un plan para ponerte en marcha aumentará tus probabilidades de éxito. ...
- Empieza sin grandes pretensiones
Un plan que te lleve de 0 a 100 puede resultar intimidante e incluso es probable que te paralice antes de empezar. Por tanto, plantéate metas pequeñas. Quizá tan solo te apetezca llegar hasta el final de tu calle y regresar.
O quizá necesites añadir cinco minutos de estiramiento por la mañana para ponerte en marcha. No lo olvides: hacer poco, pero con constancia, puede marcar la diferencia a medida que te acostumbras a tu nueva rutina.
- Encuentra algo que te motive
Generalmente significa encontrar una actividad que disfrutes de verdad. Puede ser salir a dar un paseo en bicicleta o caminar por la playa o por tu zona natural favorita.
- Busca a alguien que te apoye
Contar con alguien que mantenga vivo tu compromiso y te haga compañía puede marcar la diferencia y lograr que permanezcas enfocado en tu propósito de practicar ejercicio con regularidad.
Busca a un amigo con quien puedas hablar sobre tus metas deportivas, quizás hasta quiere sumarse y hacer ejercicio contigo. Adquirir un compromiso con otra persona te mantendrá por el buen camino.
- Haz ejercicio de bajo impacto
El ejercicio de bajo impacto, aquel que no afecta las articulaciones, como nadar, dar un paseo o hacer yoga, te ayudará a prevenir lesiones, sobre todo si estás dando los primeros pasos en practicar deporte.
- Recompénsate
¡Lo estás haciendo muy bien! Dítelo a menudo. El refuerzo positivo es muy importante en todas las fases del entrenamiento, tanto para los principiantes como para quienes se encuentran en un nivel más avanzado.
Si te has levantado del sofá para hacer ejercicio, recompénsate.
Si estás empezando, estas son algunas ideas para que hagas ejercicio:
- Estira
- Sal a caminar
- Haz una rutina de yoga sencilla
- Da un paseo en bicicleta
- Haz ejercicios usando tu peso corporal, como las sentadillas
Cada persona y cada situación son diferentes, por lo que debes adaptar los ejercicios a tus necesidades. Por ejemplo, si pasas todo el día sentado delante del ordenador y sufres dolor de cuello o de espalda debido a una mala postura, puedes incorporar ejercicios de estiramiento en tu rutina cotidiana, ya que estirar los músculos rígidos favorece la movilidad.
Si caminar o correr te duele demasiado, puedes elegir un ejercicio más suave para tus articulaciones doloridas, como nadar o hacer yoga.
Independientemente de la actividad que elijas, recuerda que hacer un poco de ejercicio es mejor que nada. Cuanto más en forma estés, mejor te sentirás y antes recuperarás la alegría del movimiento.
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